miércoles, 13 de febrero de 2013
Amazonas
Las primeras noticias que los españoles tuvieron de la existencia de una inmensa región de selvas existentes después de los Andes, les fue dada por los propios nativos en Quito y en Cuzco. Debido a su fantasía de hombres medievales, los conquistadores imaginaron que la selva tenía a El Dorado, una sierra repleta de oro puro. Partiendo de Quito, en 1541, en una expedición con 150 soldados, 4 mil indíngenas y 3 mil animales de tropa, Gonzalo Pizarro logró pasar los Andes por difíciles caminos llegando hasta la naciente del Río Amazonas. Las dificultades encontradas hicieron que Francisco Orellana continuara con el proyecto en una nueva embarcación. La exploración continuó hasta la desembocadura del río en el Atlántico, en 1542, después de haber recorrido sus 5.825 kilómetros.
La denominación del río se atribuye a Orellana, quien se topó con unas belicosas indias que acompañaban a los hombres de combate, llamándolas amazonas al confundirlas con las antiguas guerreras de la mitología griega.
Lo hecho por Ornellana de repitió en 1561 por Lopo de Aguirre, un demente que mató a Pedro de Ursua, el jefe de la expedición, aceptando ser el rey de sus seguidores, los marañones.
La incorporación del Amazonas al Brasil se hizo con las jornadas de los capitanes, con la llegada de los colonos y con la catequesis de los misioneros.
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